Sputnik V - El rojo fantasma de la Rusia soviética

13.08.2020

Introducción

La discusión en lo que a la nueva vacuna rusa respecta es necesaria y debe ser puntual. Mientras sectores liberales han discutido bajo la consigna de "Menos política en la ciencia, más ciencia en la política" nosotros, como marxistas-leninistas reformulamos y dotamos del carácter revolucionario a esa consigna:

Menos política electoral imperialista en la ciencia. Trabajemos por una ciencia con consciencia de clase.

El problema no es que exista política en la ciencia, dicha visión escueta y simplista da lugar a pensar que en verdad la ciencia es algo inmaculado de los vicios de la sociedad capitalista. La política y la ideología se encuentran dentro de todo lo que hoy existe pues, a diferencia del pensamiento mágico del liberalismo, se debe entender que absolutamente todo está inmerso en el plano ideológico y político, en la impía fragua de la lucha de clases.

La Rusia de hoy

Para el nuevo proyecto propagandístico de Putin y el Estado ruso se ha retomado el nombre Sputnik V buscando reivindicar al programa Sputnik de la URSS, con mayor hincapié en el quinto ejercicio de este. A continuación, se darán una serie de planteamientos fundamentales para entender lo que sucede hoy en específico, recordando en todo momento que entre la Rusia capitalista de hoy y la Unión Soviética no existe ninguna comparación más allá del plano de entendimiento del proceso contrarrevolucionario en lares que alguna vez fueron soviéticos, mismo que se desarrollará con el fin de enriquecer el análisis y discusión existente sobre la vacuna.

Hoy Rusia es un país capitalista. Tras el triunfo de la contrarrevolución que golpeó con total fuerza a una Unión Soviética corroída por el revisionismo y los vicios burgueses, Rusia quedó a la deriva bajo el control de Boris Yeltsin. Con Yeltsin el socialismo que se había construido a lo largo del siglo pasado perdía sus últimos destellos, habiendo sido Gorbachov una figura esencial para pavimentar dicha salida. Desde 1991 hasta 1999, cuando Yeltsin se encontraba en la presidencia, Rusia se enfrentó a grandes crisis económicas y recurrió a la privatización de grandes sectores de la industria, mismos que fueron monopolizados rápidamente al mismo tiempo que el crimen organizado arrasaba dentro y fuera de las ciudades. Esto no evitó, de ninguna forma, que los monopolios más grandes del mercado internacional aprovecharan el conflicto económico y político interno. El mercado ruso pasó a manos de los monopolios internacionales. Yeltsin buscó alianzas tanto con la OTAN y utilizó equipo militar brindado por ellos para mantener a raya la guerra con los chechenos.

Es en 1999 cuando por presiones internas y problemas de salud cada vez más evidentes, Boris Yeltsin deja el Kremlin, pero no sin antes ser aclamado por occidente como un gran libertador y constructor de "un sistema verdaderamente democrático" en contraparte a lo que fuera la Unión Soviética para la propaganda imperialista.

Es en este momento que Vladímir Putin, exagente de la KGB en la Alemania Oriental y Primer Ministro de Yeltsin llega a la presidencia.

Presidente interino en 1999, presidente electo del 2000 al 2004 para ser reelegido hasta el 2008. Aquí Dmitri Medvédev toma la batuta presidencial por órdenes del Partido de Putin, Rusia Unida, pues según la Constitución no se puede ejercer el cargo de presidente más de dos veces consecutivas, motivo por el cual Putin pasaría a ser Primer Ministro de Medvédev del 2008 al 2012 y es desde ese año hasta hoy que Vladímir Vladímirovich Putin se postra como presidente.

Los años de Putin han reflejado en cifras crecimiento económico y disolución de la pobreza. Muchas de las empresas que fueron privatizadas han vuelto a manos de la administración Estatal, pero esto de ninguna forma implica un desarrollo para la clase trabajadora de Rusia, pues esos viejos oligarcas rusos no han pasado al olvido, sino que su presencia se ha convertido en un factor totalmente institucional. Putin ha recibido apoyo de los más grandes empresarios nacionales e internacionales a la par de la Iglesia Ortodoxa, apoyos con los cuales se ha cimentado en la cultura rusa como un personaje digno de dirigir a su país. Múltiples denuncias existen sobre el régimen de Putin en lo que a derechos humanos respecta por el manejo de la situación en Chechenia y por la supresión de distintos grupos políticos en Rusia. Es aquí cuando nos damos cuenta de que ese "crecimiento económico" en realidad se ha manejado a cuentagotas para la clase dominante del país, para la burguesía.

Reconocido entre las masas por ser permisivo ante grupos extremistas nacionalistas, extremistas cristianos y extremistas ortodoxos, por injerencia en los países que rodean la zona y por establecer medidas económicas que hacen que los mismos deban doblegarse a las órdenes del Kremlin. Maestro de la propaganda y de la exaltación de su imagen y de la Rusia que se ha propuesto construir, una Rusia tan alejada de la revolución y tan encaminada a la podredumbre imperialista. Es este el hombre dentro de la maquinaria capitalista que hoy dice tener, sin fundamento real, la solución ante la pandemia más relevante del nuevo milenio. Es la Rusia de Putin, la Rusia de la explotación y que se esfuerza más en cada día hacer de la Unión Soviética nada más que un capítulo en su devenir la que hoy celebra haber ganado la carrera científica contra las demás naciones por la vacuna del COVID19.

El rojo fantasma de la Rusia soviética

El único cadáver ligado a la Unión Soviética con el cual la Rusia de hoy promueve sus ideas no es el de Lenin, quien dentro de un mausoleo busca demostrar que el marxismo es eso, algo digno de admirar en un estante y de recordar como una etapa, sino que también son todos los avances y desarrollos históricos, científicos y culturales que se concibieron dentro de la URSS.

El 9 de mayo, Día de la Victoria, no es ya el día del triunfo del socialismo contra el fascismo, sino una celebración nacionalista en la cual se recuerda que Rusia es imbatible. Gagarin ya no es el ejemplo para la clase trabajadora de que un hijo de carpintero puede llegar a ser cosmonauta, sino que es ejemplo de que el pueblo ruso es un pueblo que perdura y perdurará. La necrópolis del Kremlin ya no es un espacio de consciencia, donde se recuerda y retoma el trabajo de quienes forjaron un porvenir; se ha convertido en un cementerio como cualquier otro que, en ocasiones especiales, nostálgicos e incomprendidos llenan de claveles rojos.

Es por esto por lo que no es sorpresivo que Sputnik V sea el nombre con el cual buscan apantallar a la comunidad internacional, retomando uno de los más grandes logros de la humanidad y de la Unión Soviética, los avances en la carrera espacial que hicieron que el bloque capitalista tuviera la necesidad de movilizar su industria hacia el espacio.

El programa Sputnik

A cargo de Serguéi Koroliov el programa Sputnik (que se traduce del ruso a "satélite") logró cuestiones inimaginables más allá de la ciencia ficción. Anotar el desarrollo de los primeros V lanzamientos es necesario:

El Sputnik I fue lanzado el 4 de octubre de 1957, el primer satélite de construcción humana en el espacio.

El Sputnik II fue lanzado el 3 de noviembre de 1957, donde viajó la ya reconocida perrita Laika.

El Sputnik III fue lanzado en 1958 para realizar mediciones atmosféricas, pero no pudo ser concretada la investigación.

El Sputnik IV fue lanzado en 1960 para realizar pruebas que permitirían posteriormente vuelos tripulados. Se probó la nave Vostok, en la que posteriormente en 1961 Yuri Gagarin se convertiría en el primer hombre en el espacio.

Llegamos a la estrella de estos días, el Sputnik V. El proyecto fue especial por múltiples motivos. Lanzado en agosto de 1960, llevaba en su interior a Belka y Strelka, dos perritas; al igual que a múltiples animales más. La nave que se utilizó fue, por primera vez con seres vivos, una Vostok. los animales volvieron a salvo.

Un salto, sin duda alguna, enorme para la humanidad.

El primer Sputnik demostró la capacidad de la ingeniería, la ciencia, la tecnología y la perspicacia Soviética, puso en alto el desarrollo de la revolución socialista de octubre. Fue un balde de agua fría para EUA que no tuvo más que iniciar su programa espacial de la mano de viejos científicos nazis, culpables de crímenes atroces como Wernher von Braun. Fue von Braun quien, formando parte de la SS, desarrollaría los cohetes V2 consciente de que estos eran producidos por el trabajo forzado en campos de concentración. Fueron V2 los cohetes que impactaban contra hogares de inocentes en Bélgica y Londres. Nada de esto le importó, y el Partido Nacionalsocialista sirvió como la plataforma perfecta.

La ciencia, como ya se ha mencionado, está inmersa dentro de la política y la ideología.

Sputnik V, el parteaguas

Sin embargo, el Sputnik V marcó una línea clara, un salto verdaderamente cualitativo en la carrera espacial. Se había probado con éxito que un ser vivo podía tripular la aeronave Vostok y volver con vida a la Tierra. Correspondía el único paso lógico siguiente para la carrera espacial. Era hora de que un pequeño hombre, nacido en una comunidad rural como hijo de carpinteros, midiendo 1.57 y dejando de lado su vida para convertirse en piloto se convirtiera ahora en el primer hombre en el espacio. El Sputnik V, sin duda alguna, fue el último escalón en la ciencia y la ingeniería que permitiría el ascenso de Yuri Alekséyevich Gagarin y, por lo tanto, la más grande demostración de supremacía tecnológica hasta el momento. La Unión Soviética y el bloque socialista celebraron, los cosmonautas y el espacio pasaron a ser una necesidad para las naciones que se agrupaban bajo el Pacto de Varsovia. Mientras tanto, el bloque capitalista que había estado siguiendo difusamente la estela del bloque socialista se hundía cada vez más en la miseria y miraba con impaciencia cómo los habitantes de sus países se regocijaban y emocionaban ante el desarrollo de la revolución de octubre, sabiendo que esa sorpresa y orgullo se convertiría, muy pronto, en duda hacia el Estado que les reprimía.

Sputnik V, la vacuna

Con lo anterior mencionado se entiende por qué este nombre no ha sido seleccionado de forma fortuita. Rusia quiere, una vez más, exprimir los vestigios de la organización socialista con el fin de infundir el miedo y la duda ante los demás países que hoy compiten por una pizca del mercado internacional y de los recursos naturales de la Tierra. ¡Cómo se sentiría Gagarin al pensar en ello!

A su vez, el recordar al Sputnik V y lo que implicó para la política internacional sirve a lo interno, pues una vez más se da a entender que como Rusia no hay nadie, y que el proletariado ruso debe sentirse orgulloso de ello por encima de todas las cosas. Han "ganado" la carrera una vez más.

Una victoria propagandística

El verdadero triunfo ha sido de Putin y Rusia Unida, no de los millones de trabajadores dentro del país y mucho menos de los miles de millones fuera de él. Un hombre y un Partido que representan a la clase dominante de Rusia, a la burguesía y sus intereses, han logrado una vez más colocarse como los salvadores y justos rectores del porvenir ante las dificultades.

Esto está demasiado lejos de ser, tan siquiera, una realidad. La vacuna, de ninguna forma, cumple con las normativas internacionales de investigación, normativas que fueron fundamentadas en su momento en el trabajo científico del bloque socialista en cumbres de la Organización Mundial de la Salud, normativas en las que los cubanos han aportado enormemente. Es por demás ridículo y paranoide pensar que dichas normativas, que han levantado sospechas entre científicos dentro de las mismas instituciones rusas, sean falsas o innecesarias. Hoy la vacuna Sputnik V será producida en masa sin cumplir con el protocolo internacional de ética y bioseguridad.

El protocolo necesario

Me permito ahondar en el desarrollo de la investigación para vacunas más allá de lo meramente evidente, buscando ser lo más claro posible para dar a entender por qué la decisión de iniciar su producción y dotación a la población es una falta absoluta al desarrollo científico y social.

Las vacunas deben pasar por evaluaciones clínicas distintas, iniciando en modelos animales y posteriormente pasando a un sistema de fases.

Ya que se han pasado los filtros de bioseguridad para la vacuna, se aplica en seres humanos de la siguiente forma:

En la Fase I se selecciona a un grupo de personas, no mayor a 100. Es en este paso donde se comprueban los efectos secundarios que pueda ocasionar y que, en efecto, genere una respuesta inmune contra el virus. (De lo contrario es inútil o la respuesta que genere puede ser contraproducente).

En la Fase II el grupo de personas aumenta sustancialmente. Se realizan pruebas para encontrar los tiempos correctos de aplicación y la dosis que se requiere para optimizar el proceso. Se evalúan los distintos anticuerpos (moléculas encargadas de detectar patógenos y señalizar para una respuesta inmune) y la forma en la que estos se generan.

En la Fase III la formulación final (composición, dosis, esquema) de la vacuna se pone a prueba en decenas de miles de personas con el fin de evaluar qué tanto se reduce la incidencia (suma de nuevos casos de determinada enfermedad en determinado periodo de tiempo) en la población que es parte del grupo de prueba.

Tras la Fase III se analizan los resultados y se analiza la producción y disposición de la vacuna. Con estos estudios se aprueba la vacuna, pero no han terminado las pruebas para la misma.

En la Fase IV la vacuna ya está circulando en la población. Se ejercen distintos sistemas para monitorear la aparición de efectos secundarios, reacciones adversas y demás.

Tras la Fase IV se analizan los resultados y se determina si la vacuna puede continuar siendo aplicada o si debe regresar a evaluación.

Desde el 18 de junio de este año las autoridades rusas dentro del Instituto Gamaleya han registrado a la candidata de vacuna Sputnik V en Fase I. En esta Fase se utilizaron a 38 voluntarios y se programaba según la OMS para terminar en la primera semana de agosto. Por protocolo internacional el avance de las Fases, más considerando las condiciones de la pandemia y la urgencia por compartir el conocimiento científico, debe hacerse público y mantenerse con dicho carácter. Mientras otras instituciones científicas del mundo en Inglaterra, EUA, China y Cuba han compartido sus avances, hasta el día de hoy no existen resultados de la Fase I y II, sin embargo, el gobierno ruso ha dicho ya que iniciarán con una Fase III de manera especial, que más bien debe considerarse apresurada.

Se ha dicho que se probará masivamente la vacuna en la población mientras, a su vez, se monitorea. La vacuna Sputnik V será aplicada a la población sin asegurar que realmente tenga un efecto en la incidencia de COVID19 y, además, sin realmente comprobar que no genere efectos secundarios de importancia clínica.

Conclusiones:

El análisis de las condiciones históricas que nos han traído a la Rusia de hoy y de la forma en la que la burguesía por medio de Putin y Rusia Unida ha encontrado la forma de terraformar la nación para sus intereses nos permite visualizar lo preocupante que es la situación. Desde el nombre hasta la decisión de acelerar el protocolo de investigación de la vacuna gritan por todos los poros propaganda. No existe ningún seguimiento real y debemos estar siempre vigilantes y formados para entender lo que de la lucha de clases deviene. Hoy se ha utilizado con total indiferencia un recurso que será vital para millones en el mundo para asegurar posiciones políticas, y nuestra ardua pero necesaria tarea es la de desenmascarar a falsos profetas y organizar a nuestra clase, dentro y fuera de las fronteras, en aras de hacer de esos desarrollos científicos desarrollos populares para la clase trabajadora, que versen bajo los intereses de la clase trabajadora, y que no sean utilizados como moneda de cambio para que un burgués en Rusia se coloque por encima de un burgués norteamericano.

Los preceptos y máximas del marxismo-leninismo no pueden dejarse de lado por ningún motivo, y ante titubeantes que hoy aplauden victorias vacías, nosotros reconocemos la necesidad de construir más allá de los militantes de sus propias limitantes.

No apostamos al mal menor ni al más alejado geográficamente, apostamos a la emancipación del género humano y a la revolución socialista.

Brigada Comunista

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