DE GÜEVONES Y PROLETARIOS

07.05.2020

DE GÜEVONES Y PROLETARIOS

 olivergracida

Huele a perro muerto, qué raro. Otro día más sin tener mucho que hacer. El aire huele a perro muerto, huele a eso que huelen las carreteras en periodo de vacaciones, como la autopista rumbo Acapulco. Otro día más sin tener mucho qué hacer, al final de cuentas estamos en cuarentena. Cuarenta días que se convierten en cuarenta y uno y dos y cien. Qué raro es el olor a perro muerto, normalmente no huele así por aquí. ¿Dónde están esos cuates que limpian las avenidas, los que traen las pipas con agua y riegan los jardines y parques, dónde están los de la basura y las barrenderas? ¿Qué no entienden que Presidente Masaryk es de la jai sosai? Estoy bien cansado de que las calles están sucias, pinche gobierno que le da descanso a los huevones.

Hoy me desperté como me desperté ayer y como me despertaré mañana, un pinche día más de cuarentena ya me cansé. De todos modos tengo que ir a trabajar, una vez cada dos semanas mi jefe me manda a güevo a la oficina a juntas con los inversionistas. Una rutina de güeva: despertar en cuarentena, bañarme en cuarentena, cepillar mis dientes en cuarentena, vestirme en cuarentena con traje de cuarentena y corbata de cuarentena, camino la calle de cuarentena y me subo al metro de cuarentena. Metro Chapultepec, camión a Bosques, Bosques de las Lomas de cuarentena, caminar Presidente Masaryk y para acabarla de chingar tengo que ver las pinches calles sucias porque el güevón del presidente y los güevones de la prole y sus sindicatos de super güevones les dieron la cuarentena con el 60% de su sueldo. Qué lujo, estar de güevón en la casa y que te pague el pinche gobierno. Por eso México es tercer mundo, me cae.

  • Qué tal Toño, buenos días.
  • Qué onda Gerry, ¿Ya estuvo?
  • Sí, ya estuvo. Ya ves que me mandan aquí a cada rato, vale madres.
  • Ya sé caray, pues yo aquí ando de harina y huevo, todos los días tengo que vigilar este pinche edificio vacío. Ni con cuarentena me respetan mis 24 x 48, ya ves cómo es esto.
  • Sí pues, así es pero qué le hacemos ¡hay que chingarle!
  • Ni Pedro dijo Juan mi Gerry, toma la llave del despacho.
  • Gracias.

Ese pinche Toño también es bien güevón, siempre se está quejando. Que si sus turnos, que si sus hijas, que si su mujer. Quién le manda al pendejo a no estudiar, pinche gente me cae que si todos nos pusiéramos las pilas esto no estaría así, habría más ciencia y menos COVID. Pinche gente, me cae.

Otra vez el pinche elevador va medio lento, voy a llegar tarde a la junta y los pinches judíos gringos me van a romper los güevos. Ya estuvo, otra vez, piso nueve, despacho cuatro, oficina dos. Prender la laptop, Skype, unirse a la llamada.

  • Qué tal, buenas tardes. Perdón por el retraso. ¿Ya comenzaron la junta?
  • ...
  • Miren los reportes de ventas de la semana muestran un decremento en las páginas de Colombia sin embargo en México y Argentina las ventas se mantuvieron estables pero con unos pequeños detalles en -
  • Gerardo, no queremos escucharte.
  • No, yo sé que llegué tarde, no es excusa pero ya traigo todo listo. Miren, si ven los números -
  • Gerardo, ya no trabajas con nosotros, bajaron nuestras ventas y no podemos estar manteniendo departamentos innecesarios. Como ya tenemos tu hoja de baja, nadamas tienes que comunicarte con Betty de RRHH y ella te va a decir cómo cobrar tu última quincena. Ojalá no te lo tomes personal, cuando acabe todo esto nosotros te llamamos y probablemente recuperes tu trabajo, obviamente con el salario con el que comenzaste, desde abajo como todos.
  • Entiendo, pero-
  • Ya te puedes retirar.

Qué chingados acaba de pasar, si me habían dicho que me iban a dar un aumento. Llevo ya 9 años trabajando para esta empresa, deje de ir a navidades con mi familia y nunca cobré mis horas extra. ¿Cómo voy a pagar la renta? ¿Y mis hijos? ¿Y mi marido?

Yo no soy ningún güevón.

*Primer plana del Excélsior del día siguiente: incrementa el suicidio de güevones así chance ya se compone la economía, bola de zánganos y prietos, no quieren trabajar y se escudan en su güeva y sus sindicatos. Pendejos.

Por: Oliver Gracida

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